viernes, 9 de octubre de 2009

DEFENSAS INESPECÍFICAS

La respuesta inespecífica se activa cuando cualquier sustancia o agente extraño invade el organismo, atravesando las barreras naturales y penetran en tejidos más profundos, produciendo la infección.

Estas defensas no son específicas, ni tienen memoria, es decir, responden siempre de la misma manera, con la misma intensidad y rapidez, independientemente del tipo de agente y del número de veces que haya penetrado.

Intervienen todas las células con capacidad fagocítica y sustancias inactivadoras solubles.
Comprende cuatro tipos de defensas inespecíficas: la inflamación, los fagotitos, el sistema de complemento y, si el agente invasor es un virus o célula alterada del propio organismo, el interferón.

RESPUESTA INFLAMATORIA

La inflamación es una respuesta inespecífica del organismo cuya finalidad es aislar e inactivar a los agentes agresores y restaurar las zonas dañadas.

● Los síntomas de la inflamación son:
▪ Rubor, enrojecimiento de la piel debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
▪ Calor, aumento de la temperatura de la zona infectada.
▪ Tumor, la zona afectada se hinchas por el aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos para facilitar la salida de plasma y de células sanguíneas
▪ Dolor, por estimulación de las terminaciones nerviosas.


La inflamación y por tanto el mecanismo de fagocitosis se inicia con la movilización de las células fagocitarías hacia las zonas dañadas. Este movimiento se ve favorecido por una serie de factores como son:

■ La dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento de la permeabilidad de los capilares, que producen el aumento del flujo sanguíneo y la salida del suero y de los fagocitos que avanzan hacia las zonas dañadas.

■ El movimiento de neutrófilos y macrófagos hacia los puntos de infección, estimulados por sustancias químicas segregadas por los propios patógenos. Una vez localizados los microbios patógenos, los fagocitos los digieren y destruyen. A lo largo de este proceso se acumulan neutrófilos y macrófagos tanto vivos como muertos, que juntos con los cadáveres de los microorganismos y el suero sanguíneo constituyen el pus.


LOS FAGOCITOS

Los fagocitos son un tipo de leucocitos que se forman en la médula ósea roja, su nombre que proviene del griego y significa "comedoras de células", a las que engloban con sus seudópodos para luego digerirlas en el citoplasma, son capaces de fagocitar debido a que poseen lisosomas con enzimas hidrolíticos.

● Los granulocitos neutrófilos o Polimorfonucleares (PMNs), poseen abundantes gránulos citoplasmáticos, donde almacenan enzimas antimicrobianas, y un núcleo polilobulado. Se les llaman neutrófilos porque se tiñen con colorantes neutros.
Los neutrófilos, son los primeros que actúan como defensa, abandonan los vasos sanguíneos para dirigirse a los tejidos que han sufrido una agresión.

Leucocitos polimorfonucleares: Se denominan así por el aspecto heterogéneo de su núcleo, que presenta varios lóbulos; son los primeros en acudir al lugar de la infección, atraídos por sustancias quimiotácticas. Existen tres clases de polimorfonucleares son los leucocitos basófilos, eosinófilos y neutrófilos.

Los basófilos muestran preferencia por los colorantes básicos, producen histamina, un compuesto vasodilatador que moviliza más sangre ,y por tanto más células fagocitarias, hacia la zona donde está la infección. Debido a ésto, se produce la inflamación del tejido. Los tejidos infectados producen sustancias quimiotácticas que atraen a los neutrófilo.

Los eosinófilos se tiñen preferentemente con colorantes ácidos, como la eosina, que tiñe de rojo las granulaciones del citoplasma. Su número aumenta durante los procesos inflamatorios de origen alérgico, donde, al parecer, actúan como inhibidores de la inflamación; también aumentan en el transcurso de determinadas infecciones parasitarias.

Los neutrófilos, denominados micrófagos, no muestran preferencia por los colorantes usados para su tinción y son los más abundantes y los que presentan mayor actividad fagocitaria. Acuden al lugar de la infección y atraviesan la pared de los capilares sanguíneos con el fin de llegar a los tejidos y combatir activamente la infección mediante la fagocitosis de los gérmenes patógenos.


Los neutrofilos tienen una vida corta, de forma que al cabo de unos días de permanecer la infección pasan a intervenir un segundo tipo de glóbulos blancos: los agranulocitos (monocitos y linfocitos).

● Los monocitos cuyo citoplasma no contienen gránulos, son células idénticas a los macrófagos que se encuentran en los tejidos. De hecho, estos fagocitos reciben el nombre de monocitos sólo mientras están en el sistema circulatorio, y se denominan macrófagos cuando se encuentran en los tejidos dañados o bien en ganglios linfáticos, bazo u otro tejido linfoide. Como veremos más adelante, estos fagocitos interactúan con los linfocitos que son células del sistema inmunitario. No sólo participa en la defensa contra la infección, sino que también interviene en la destrucción de células envejecidas y en la regeneración de los tejidos.

EL SISTEMA DE COMPLEMENTO

El complemento está formado por un conjunto de más de 20 proteínas del plasma sanguíneo que son sintetizadas por el hígado; Normalmente están inactivas. Cuando se forma el complejo antígeno-anticuerpo, un componente del complemento se activa activando a otro complemento el cual, a su vez, activa a un tercero, produciéndose así una serie de reacciones en cadena. Estas proteínas se unen a la membrana de la célula patógena (bacteria, célula infectada,…) y pueden tener dos tipos de consecuencias:
● La lisis de las células, al originar orificios en su membrana vaciando la célula.
● Atraer a los fagotitos, que digerirán los microorganismos.

EL INTERFERÓN

Las células infectadas por un virus sintetizan y liberan unas proteínas, conocidas con el nombre de interferón, que impiden que la infección se propague, inhibiendo la replicación del genoma vírico, inhibiendo la síntesis de proteínas o activando a las células NK para destruir a las células infectadas.

Células asesinas naturales (Natural Killer - NK). Son células linfoides que se parecen a los linfocitos y que provocan la muerte de los microorganismos, suelen actuar preferentemente sobre las células tumorales y otras células que resultan infectadas por agentes no víricos. Representan las defensas naturales contra el cáncer y, al igual que los fagocitos, resultan más eficaces sobre las células cuya superficie está marcada con anticuerpos.

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