viernes, 9 de octubre de 2009

ACTIVIDADES

1 ) Selecciones la respuesta correcta:

¿Qué son los antígenos?

Son anticuerpos específicos.

Son células extrañas o virus.

Son fragmentos de moléculas externas de virus o bacterias.

Se unen a anticuerpos genéricos.

¿Cómo son las barreras externas?

Son específicas e innatas.

Son físicas y biológicas, ya que las barreras químicas son específicas.

Se encuentran delimitando nuestro organismo. Por eso, sólo son barreras físicas.

Son inespecíficas e innatas.

¿Qué son los anticuerpos?

Son glucoproteínas secretadas por células plasmáticas.

Proteínas intracelulares.

Proteínas extracelulares fibrosas, formadas por cuatro cadenas polipeptídicas.

Inmunoglobulinas formadas por dos cadenas.

2 ) Completa los espacios según corresponda:

  • El estudio de lo propio frente a lo extraño se denomina _____________.
  • La capacidad de resistir a un agente infectivo se llama _____________.
  • El enemigo del sistema inmune frente al cual se elabora una respuesta es el ____________.
  • La barrera ______________ es la que se elabora frente a un agente concreto.
  • La barrera ______________ se origina en el desarrollo embriológico del individuo.
  • El sistema inmune es ____________ porque se encuentra diseminado en el organismo.
El ___________ es un órgano linfoide primario en el cual maduran los linfocitos T.

DEFENSAS ESPECÍFICAS

Se denomina defensa específica a los mecanismos que se desencadenan cuando un determinado antígeno, y no otro, ha penetrado en el interior del organismo. Esta respuesta inmune presenta las siguientes características:
● Especificidad. Sólo actuarán aquellas células activadas por el antígeno que penetró en el organismo, y no otras. Además, esas células sólo actúan sobre antígenos externos, no sobre células propias.
● Memoria inmunológica. La memoria inmunológica es la capacidad que tiene el sistema inmune para producir una respuesta rápida, eficaz y duradera frente a un antígeno que se presenta por segunda vez.
● Regulación de la respuesta. El proceso finaliza de forma gradual, atendiendo a la disminución de antígeno
● Tolerancia de lo propio. Durante las primeras fases del desarrollo este sistema "aprende" a reconocer lo propio, cuando esta tolerancia se pierde aparecen las enfermedades autoinmunes.
El sistema inmunitario específico está formado básicamente por miles de millones de células llamadas linfocitos y por moléculas de proteínas, los anticuerpos.
LINFOCITOS
Son células sanguíneas que se desarrollan a partir de las células madres hematopoyéticas, presentes en la médula roja de ciertos huesos, que dan lugar a todos los tipos de células sanguíneas: glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas.
Los linfocitos, uno de los tipos de leucocitos (glóbulos blancos), que a diferencia de los otros leucocitos no pueden formar pseudópodos y, por tanto, no fagocitan. Sin embargo, tienen capacidad para reconocer antígenos concretos, por ello son los responsables de la especificidad inmunitaria. Se encuentran en grandes cantidades en la sangre, linfa y órganos linfoides (timo, nódulos linfáticos, bazo y apéndice). Hay dos tipos los linfocitos T y los linfocitos B según el lugar donde maduren.
Ambos tipos de linfocitos son morfológicamente exactos, es decir, imposibles de distinguir a nivel microscópico. Son células con un gran núcleo central. En la corriente sanguínea son esféricos y adoptan formas diversas al pasar a través de los vasos. Se diferencian cuando entran en contacto con un antígeno que los estimula a proliferar y desarrollarse. Los linfocitos B cambian de morfología y se convierten en células plasmáticas secretoras de anticuerpos, con un retículo endoplásmatico rugoso muy desarrollado. Los linfocitos T maduros no segregan anticuerpos y se retículo endoplásmatico rugoso está poco desarrollado.
► Linfocitos B, son los linfoblastos que maduran en las aves en la bolsa o bursa de Fabricio (órgano de las aves en el que se descubrieron), en los mamíferos maduran en la placa de Peyer de la pared intestinas o se quedan en la médula ósea a madurar.
Los linfocitos B fabrican anticuerpos, proteínas que actúan de forma específica ante la presencia de antígeno (nombre por el que se conoce a toda molécula capaz de desencadenar una respuesta inmunitaria).
Estos anticuerpos segregados por los linfocitos B se vierten a la circulación general y se unen específicamente a los antígenos responsables de su formación. Este tipo de respuesta inmunitaria recibe el nombre de respuesta inmunitaria humoral.
► Linfocitos T, son los linfoblastos que maduran en el timo, órgano linfoide que en el hombre se encuentra en el pecho, inmediatamente debajo del esternón.
Los linfocitos T llevan a cabo la respuesta inmunitaria celular, destruyendo los microorganismos portadores de antígenos y a las células propias infectadas por ellos. También estas células inducen a otras a realizar labores similares, lo que se conoce como cooperación celular.

ANTICUERPOS
Los anticuerpos son glucoproteínas secretadas por las células plasmáticas, que reciben colectivamente el nombre de inmunoglobulinas (abreviadamente Ig). La especificidad de estas proteínas ante los diferentes antígenos es semejante a la de la enzima con respecto a su sustrato. Los anticuerpos circulan por la sangre y penetran en los fluidos corporales donde se unen específicamente al antígeno que provocó su formación.
► Estructura de los anticuerpos:
Las inmunoglobulinas son moléculas que tienen forma de “Y” constituida por cuatro cadenas polipeptídicas iguales dos a dos. Dos cadenas pesadas o cadenas H (del inglés heavy) y dos cadenas ligeras o cadenas L (light) de menor peso molecular. Las uniones entre las cadenas se hacen mediante puentes disulfuros (-S-S-).
Las zonas amino terminales de las cadenas H y L constituyen las regiones variables cuya secuencia de aminoácidos es específica de cada anticuerpo (por ellas se unen a los antígenos). La porción carboxilo terminales corresponden a las regiones constantes, que varían muy poco dentro de cada tipo de inmunoglobulina.

► Tipos de anticuerpos
Existen cinco tipos de inmunoglobulinas que se diferencian en la secuencia de aminoácidos de las regiones constantes de sus cadenas pesadas y en la forma de eliminar células o sustancias extrañas al organismo.

► Reacciones antígeno-anticuerpo.
Tanto la respuesta humoral como la celular suponen el reconocimiento de determinadas estructuras químicas en la superficie de macromoléculas extrañas, los antígenos. Las zonas del antígeno que se unen específicamente con el anticuerpo o con el receptor de un linfocito, se denominan determinantes antigénicos.
Cada antígeno puede presentar varios determinantes antigénicos diferentes que estimulan la producción de anticuerpos y la repuesta de los linfocitos T. Estas estructuras químicas, los determinantes antigénicos, son los responsables de la especificidad de la respuesta inmunitaria.
Cuando se ponen en contacto un antígeno con el anticuerpo específico, reaccionan uniéndose mediante un enlace no covalente y se desencadenan una serie de procesos capaces de neutralizarlo y eliminarlo.
La combinación del anticuerpo con el antígeno desencadena una serie de procesos capaces de neutralizar y eliminar a una sustancia extraña.

● Reacciones más importantes entre antígeno y anticuerpo son las siguientes:
Precipitación. Al unirse antígenos y anticuerpos solubles forman agregados insolubles que precipitan, lo que inactiva a los antígenos.
Aglutinación. El anticuerpo se une a antígenos situados en la superficie de una célula. Como los anticuerpos tienen dos puntos de unión, los microorganismos forman agregados y ya no pueden infectar otras las células.

La hemoaglutinación se produce entre los anticuerpos del plasma sanguíneo y los antígenos de los glóbulos rojos de la sangre de diferente grupo sanguíneo. Esta prueba es fundamental en la determinación de los grupos sanguíneos ABO.
Neutralización. La unión del anticuerpo bloquea la acción de los antígenos contra la célula. Así, los antígenos no se pueden unir a las células y matarlas
Opsonización. Producida por unos anticuerpos especiales (opsoninas), que se fijan sobre la superficie del antígeno facilitando la acción de células fagocitarías y células asesinas naturales (NK).

DEFENSAS INESPECÍFICAS

La respuesta inespecífica se activa cuando cualquier sustancia o agente extraño invade el organismo, atravesando las barreras naturales y penetran en tejidos más profundos, produciendo la infección.

Estas defensas no son específicas, ni tienen memoria, es decir, responden siempre de la misma manera, con la misma intensidad y rapidez, independientemente del tipo de agente y del número de veces que haya penetrado.

Intervienen todas las células con capacidad fagocítica y sustancias inactivadoras solubles.
Comprende cuatro tipos de defensas inespecíficas: la inflamación, los fagotitos, el sistema de complemento y, si el agente invasor es un virus o célula alterada del propio organismo, el interferón.

RESPUESTA INFLAMATORIA

La inflamación es una respuesta inespecífica del organismo cuya finalidad es aislar e inactivar a los agentes agresores y restaurar las zonas dañadas.

● Los síntomas de la inflamación son:
▪ Rubor, enrojecimiento de la piel debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
▪ Calor, aumento de la temperatura de la zona infectada.
▪ Tumor, la zona afectada se hinchas por el aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos para facilitar la salida de plasma y de células sanguíneas
▪ Dolor, por estimulación de las terminaciones nerviosas.


La inflamación y por tanto el mecanismo de fagocitosis se inicia con la movilización de las células fagocitarías hacia las zonas dañadas. Este movimiento se ve favorecido por una serie de factores como son:

■ La dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento de la permeabilidad de los capilares, que producen el aumento del flujo sanguíneo y la salida del suero y de los fagocitos que avanzan hacia las zonas dañadas.

■ El movimiento de neutrófilos y macrófagos hacia los puntos de infección, estimulados por sustancias químicas segregadas por los propios patógenos. Una vez localizados los microbios patógenos, los fagocitos los digieren y destruyen. A lo largo de este proceso se acumulan neutrófilos y macrófagos tanto vivos como muertos, que juntos con los cadáveres de los microorganismos y el suero sanguíneo constituyen el pus.


LOS FAGOCITOS

Los fagocitos son un tipo de leucocitos que se forman en la médula ósea roja, su nombre que proviene del griego y significa "comedoras de células", a las que engloban con sus seudópodos para luego digerirlas en el citoplasma, son capaces de fagocitar debido a que poseen lisosomas con enzimas hidrolíticos.

● Los granulocitos neutrófilos o Polimorfonucleares (PMNs), poseen abundantes gránulos citoplasmáticos, donde almacenan enzimas antimicrobianas, y un núcleo polilobulado. Se les llaman neutrófilos porque se tiñen con colorantes neutros.
Los neutrófilos, son los primeros que actúan como defensa, abandonan los vasos sanguíneos para dirigirse a los tejidos que han sufrido una agresión.

Leucocitos polimorfonucleares: Se denominan así por el aspecto heterogéneo de su núcleo, que presenta varios lóbulos; son los primeros en acudir al lugar de la infección, atraídos por sustancias quimiotácticas. Existen tres clases de polimorfonucleares son los leucocitos basófilos, eosinófilos y neutrófilos.

Los basófilos muestran preferencia por los colorantes básicos, producen histamina, un compuesto vasodilatador que moviliza más sangre ,y por tanto más células fagocitarias, hacia la zona donde está la infección. Debido a ésto, se produce la inflamación del tejido. Los tejidos infectados producen sustancias quimiotácticas que atraen a los neutrófilo.

Los eosinófilos se tiñen preferentemente con colorantes ácidos, como la eosina, que tiñe de rojo las granulaciones del citoplasma. Su número aumenta durante los procesos inflamatorios de origen alérgico, donde, al parecer, actúan como inhibidores de la inflamación; también aumentan en el transcurso de determinadas infecciones parasitarias.

Los neutrófilos, denominados micrófagos, no muestran preferencia por los colorantes usados para su tinción y son los más abundantes y los que presentan mayor actividad fagocitaria. Acuden al lugar de la infección y atraviesan la pared de los capilares sanguíneos con el fin de llegar a los tejidos y combatir activamente la infección mediante la fagocitosis de los gérmenes patógenos.


Los neutrofilos tienen una vida corta, de forma que al cabo de unos días de permanecer la infección pasan a intervenir un segundo tipo de glóbulos blancos: los agranulocitos (monocitos y linfocitos).

● Los monocitos cuyo citoplasma no contienen gránulos, son células idénticas a los macrófagos que se encuentran en los tejidos. De hecho, estos fagocitos reciben el nombre de monocitos sólo mientras están en el sistema circulatorio, y se denominan macrófagos cuando se encuentran en los tejidos dañados o bien en ganglios linfáticos, bazo u otro tejido linfoide. Como veremos más adelante, estos fagocitos interactúan con los linfocitos que son células del sistema inmunitario. No sólo participa en la defensa contra la infección, sino que también interviene en la destrucción de células envejecidas y en la regeneración de los tejidos.

EL SISTEMA DE COMPLEMENTO

El complemento está formado por un conjunto de más de 20 proteínas del plasma sanguíneo que son sintetizadas por el hígado; Normalmente están inactivas. Cuando se forma el complejo antígeno-anticuerpo, un componente del complemento se activa activando a otro complemento el cual, a su vez, activa a un tercero, produciéndose así una serie de reacciones en cadena. Estas proteínas se unen a la membrana de la célula patógena (bacteria, célula infectada,…) y pueden tener dos tipos de consecuencias:
● La lisis de las células, al originar orificios en su membrana vaciando la célula.
● Atraer a los fagotitos, que digerirán los microorganismos.

EL INTERFERÓN

Las células infectadas por un virus sintetizan y liberan unas proteínas, conocidas con el nombre de interferón, que impiden que la infección se propague, inhibiendo la replicación del genoma vírico, inhibiendo la síntesis de proteínas o activando a las células NK para destruir a las células infectadas.

Células asesinas naturales (Natural Killer - NK). Son células linfoides que se parecen a los linfocitos y que provocan la muerte de los microorganismos, suelen actuar preferentemente sobre las células tumorales y otras células que resultan infectadas por agentes no víricos. Representan las defensas naturales contra el cáncer y, al igual que los fagocitos, resultan más eficaces sobre las células cuya superficie está marcada con anticuerpos.

BARRERAS DEFENSIVAS

Teniendo en cuenta estos criterios de especificidad y localización, las barreras defensivas se reúnen en tres grupos:
a) Barreras primarias, externas, inespecíficas e innata:
► Barreras físicas.
● La piel. Es una superficie impermeable para la mayoría de los microorganismos gracias a la capa de queratina, que sufre continuas descamaciones actúa como barrera mecánica, excepto cuando se producen en ella heridas o quemaduras. Además, el sudor y las secreciones sebáceas crean un medio algo ácido donde no sobreviven los microorganismos.
► Barreras químicas
● Las secreciones mucosas. Que recubren las aberturas naturales (boca, ano, fosas nasales, vías respiratorias, urogenitales y digestivas) constituyen otro tipo de barrera.
En la saliva, lágrimas y secreciones nasales existe la enzima lisozima que es bactericida, la espermina del semen tiene acción bactericida, las secreciones ácidas de la vagina y del estómago contribuyen a crear un ambiente donde los microbios tienen grandes dificultades para prosperar, en las mucosas respiratorias, quedan atrapados por el mucus y son expulsados a través de movimientos de los cilios, de la tos y del estornudo.
► Barreras biológicas
● La flora bacteriana de cada animal contribuye a la defensa del organismo pues segrega sustancias de tipo antibacterianas que impide el asentamiento de otros microorganismos patógenos o estableciendo competencia por los nutrientes.

b) Barreras secundarias, internas, inespecíficas e innata.
Las defensas internas se activan si los microorganismos atraviesan las barreras naturales externas y penetran en los tejidos más profundos, produciendo la infección. Esta formada por:
► Células sanguíneas con capacidad fagocítica, como los macrófagos, granulocitos y células NK (asesinas naturales o "natural killer").

► Biomoléculas inactivadoras, como el sistema del complemento y ciertas citocinas, que reaccionan indiscriminadamente ante cualquier elemento extraño en el interior del cuerpo.

c) Barrera terciaria específica.
Las células responsables, los linfocitos, reaccionan ante ciertas sustancias extrañas, los antígenos, fabricando moléculas especializadas que solo neutralizan al antígeno iniciador, los anticuerpos.

Esta repuesta tiene memoria, originando dos tipos de respuesta específica: la respuesta primaria, tras el primer contacto con el antígeno y la respuesta secundaria, tras un nuevo contacto con el antígeno, es más rápida e intensa que la primaria.


MECANISMOS DE DEFENSA DEL ORGANISMO

A lo largo de la evolución los animales han desarrollado una serie de barreras defensivas que protegen el medio interno, estable y rico en nutrientes, de la potencial invasión por cuerpos extraños, principalmente microorganismos. Las barreras pueden ser.
a) Según su posición en el cuerpo:
● Externas: como la piel o las mucosas, que están en contacto con el exterior. Funcionan como un muro que impide el paso de agentes externos.
● Internas: se localizan dentro del organismo, como los macrófagos o los linfocitos.
b) Atendiendo a la acción que tienen las barreras de defensa, se pueden clasificar en:
● Inespecíficas: como las lágrimas, que atacan a cualquier tipo de agente.
● Específicas: como las inmunoglobulinas, dependen del cuerpo extraño.
c) Atendiendo al modo de aparición, las barreras de defensas pueden ser:
● Innatas: se originan en el desarrollo embriológico del individuo, con independencia de la presencia de antígenos.
● Adquiridas: sólo se forman cuando aparece un antígeno, como ocurre en el caso de formación de inmunoglobulinas.

¿Qué es el Sistema Imnunológico?

Sistema inmunológico, también llamado sistema inmune, es el sistema corporal cuya función primordial consiste en destruir los agentes patógenos que encuentra. Cualquier agente considerado extraño por un sistema inmunológico se denomina antígeno. La responsabilidad del sistema inmunológico es enorme y debe presentar una gran diversidad, con objeto de reaccionar de forma adecuada con los miles de antígenos, patógenos potenciales diferentes, que pueden invadir el cuerpo. Aún no se conocen en su totalidad los mecanismos fisiológicos complejos implicados en el sistema inmunológico, pero la investigación médica continúa desentrañándolos.